Qué son el dominio y el hospedaje
A veces aún me sorprende cuando alguien, sobre todo si es alguien en proceso de crear una web personal o para su empresa, desconoce términos para mi tan básicos como “hospedaje” y “dominio”. Entonces pienso cuando un amigo mecánico me decía que mi coche tenía una pequeña fuga de “valvulina” o mi señor padre se ponía a hablarme de “encofrados” y “arquetas”.
En todas las casas cuecen habas y en todas las profesiones hay términos que aunque podamos considerarlos popularizados no tienen porque ser tan de culturilla general como nos cabría esperar.
Estos dos términos, como decía, son totalmente básicos a la hora de crear una página web porque hacen referencia precisamente a dónde estará nuestra web, digitalmente hablando. Siempre he pensado que la forma más sencilla de entenderlo es comparando nuestro sitio web con una oficina física.
Por ejemplo: Irudigital tiene su dirección física en la calle Lutxana, número 6, segunda planta, departamento B. Y tiene su dirección digital en irudigital.com
Si ponemos en un GPS la dirección física llegaremos a la oficina, llamaremos a la puerta y nos invitarán a un café.
Si ponemos en un navegador de internet (Chrome, Firefox, Safari, el que más guste a cada cual) el dominio irudigital.com aparecerá la página web con un montón de cosas interesantes.
Ahora si el dominio es la dirección, ¿qué es el hospedaje?
El hospedaje es el espacio de internet que alquilamos para meter nuestra página web.
Igual que para un negocio se alquila una lonja, un espacio de coworking o una oficina y después la amueblamos y decoramos con nuestro estilo o necesidades, para un sitio web alquilamos un hospedaje donde meteremos los archivos, las fotos y la información de nuestra página web.
A la hora de contratar estos servicios como con tantas otras cosas podemos encontrar un proveedor que nos ofrezca todo junto o funcionar con dos proveedores, uno para el dominio y otro para el hospedaje y después enlazarlos. Lo más cómodo suele ser que un sólo proveedor nos haga todo ahorrándonos gestiones adicionales aunque esto pueda tener un coste un poco superior (la diferencia suele quedar en unos pocos euros, así que muchas veces no merece la pena).
Entre toda la marabunta de proveedores que aparecerán en nuestra pantalla cuando busquemos “comprar dominio y hospedaje” en Google, será necesario hacer una pequeña criba y sobre todo apoyarnos en recomendaciones o consultar a nuestro desarrollador sobre las necesidades en materia de espacio, transferencia o lenguajes de programación soportados.
Entre los consejos a tener en cuenta estaría el que escuché en un curso: “Huid de los hospedajes que se anuncian en la tele” además de considerar que de cara al SEO es buena cosa que nuestro hospedaje esté ubicado en nuestro mismo país.
Y para terminar un sencillo consejo: en los casos en que se deje todo el desarrollo web en las manos externas de una agencia o un desarrollador es conveniente asegurarse de que estos servicios estarán registrados a nuestro nombre y su facturación pasará por nuestras cuentas. Esto es tanto por motivos de SEO, ya que a ojos de Mr. Google cuanto menos cambie un dominio de propietario mejor, como para evitar en un futuro quedar atados a quien nos desarrolló la web o vernos en situaciones aún menos agradables.
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